José Festari, no ha podido saber cómo y cuándo llegó a Cuba su auto, un flamante Ford Deluxe Roadster de 1930, que aún se pasea sin problemas, por las calles de La Habana.
Festari, un militar jubilado de 77 años, cuida como a la niña de sus ojos al viejo auto, cuyas piezas son originales en un 98 por ciento y que funciona casi como si acabara de salir de la fábrica de Henry Ford (1863-1947) en Michigan, Estados Unidos.
Ese auto, es uno de los más viejos que integran el club de autos antiguos a lo cubano, que este domingo, reunió en un singular Rally de regularidad, a 52 automóviles y diez motos para festejar el aniversario 500 de La Habana.
En el Rally, no se compite solo en velocidad, sino en el estricto cumplimiento de las normas del tránsito a lo largo de un recorrido de 45 kilómetros, por los principales barrios de la capital de la isla. Más de un centenar de automóviles y motocicletas, forman parte del club único en su tipo en la isla y evidencia de la perseverancia e ingenio de los propietarios, para mantenerlos rodando por calles y avenidas.
Muchos de esos brillantes autos, cuidados con celo por sus dueños, son verdaderas joyas de la ingeniería y la supervivencia, en franca batalla contra el tiempo, una batalla en la que José Festari, ha salido vencedor al conservar a su cuidado Ford Deluxe Roadster de 1930.