En cuatro patas caminan con desparpajo pese a no tener la practica ni la coordinación propia de los bailarines de samba, logran robarse todos los lentes y la atención de turistas, siendo los protagonistas de los carnavales más populares del mundo, el de Río de Janeiro.
El blocão, una mezcla de “bloco” que alude a las tradicionales fiestas callejeras y “cão” perro en portugués, se ha convertido en un evento tradicional de la fiesta callejera que por varios días toma la ciudad cada año.
Muchos amos han convertido en una tradición traer a su “mejor amigo” al carnaval dedicado a las mascotas y así disfrutar de un rato diferente en vestimenta, música, con encuentros inesperados y escenas curiosas saliendo de la rutina con sus caninos sobre el asfalto de la Avenida Atlántica, en Copacabana.
El desarrollo del desfile no fue sencillo, muchos de los canes se entrelazaban con las correas, provocando alguno que otro tropezón, especialmente en aquellos que llevaban más de un animal de compañía, hasta cuatro en algún caso.
La comparsa perruna, que salió a las calles con la intención de denunciar el maltrato y el abandono animal, fue incrementando en el número de personas exponencialmente con el paso de los minutos.