EL NACIONAL

La actualidad mundial y nacional

La falta de visión entre los operadores móviles en LATAM: Cómo perdieron una oportunidad de negocio multimillonaria.

La industria de contenido móvil en América Latina vivió dos décadas de constante innovación, lideradas por empresas como Hypermobile y Netpeople, que se enfocaron en desarrollar atractivos catálogos de contenido para los usuarios móviles. Estas empresas, en colaboración con grandes marcas en juegos, imágenes y videos, crearon un ecosistema vibrante que ofrecía a los consumidores experiencias digitales novedosas. Sin embargo, el futuro prometedor que estas empresas imaginaban no fue compartido por los operadores móviles de la región. La falta de una visión estratégica los dejó fuera de uno de los negocios más lucrativos de la era digital: el contenido móvil.

El auge del contenido móvil: un negocio subestimado. Durante la década de 2000, proveedores de contenido como Hypermobile y Netpeople trabajaron mano a mano con los operadores móviles para ofrecer servicios de valor agregado. Desde tonos de llamada y juegos básicos hasta imágenes y videos, los usuarios tenían acceso a una amplia gama de productos digitales. Este modelo generaba ingresos significativos para todas las partes involucradas.

Sin embargo, a medida que empresas como Google y Apple desarrollaron sus propias plataformas de distribución de contenido—Google Play y Apple App Store—en Hypermobile y Netpeople comenzamos a notar un cambio en el mercado. Estas nuevas plataformas no solo ofrecían acceso directo a aplicaciones y contenido, sino que también estaban diseñadas para adaptarse a un futuro dominado por los smartphones y la conectividad avanzada.

Tratamos de advertir a los operadores móviles que era momento de crear sus propios mercados, pero nuestros esfuerzos fueron ignorados.

Reuniones frustrantes y advertencias desoídas. En múltiples reuniones con ejecutivos de los principales operadores de la región, intentamos explicar lo que se venía. Nuestra visión era clara: el contenido móvil se estaba convirtiendo en un pilar central del negocio digital, y los operadores tenían una ventaja estratégica incomparable. Con millones de usuarios cautivos, tenían la oportunidad de liderar el mercado creando plataformas que ofrecieran aplicaciones, contenido multimedia y servicios interactivos.

Pero en lugar de abrazar la innovación, muchos de estos ejecutivos optaron por mantener el statu quo. Su falta de comprensión de las tendencias tecnológicas emergentes, sumada a la resistencia al cambio, llevó a una serie de decisiones que dejaron a los operadores rezagados frente a los gigantes tecnológicos mejor preparados para capitalizar el mercado de contenido móvil.

El resultado: una oportunidad perdida. El tiempo nos dio la razón. Los operadores móviles, que antes dominaban la distribución de contenido, fueron relegados a ser meras antenas de Wi-Fi exteriores. Mientras tanto, empresas como Google y Apple tomaron el control total del mercado, estableciendo un dominio que continúa hasta el día de hoy.

El negocio de contenido móvil evolucionó hacia un modelo completamente nuevo, con aplicaciones avanzadas, streaming de alta calidad y una economía digital impulsada por creadores de contenido e influencers. Los operadores, que podrían haber liderado esta revolución, abandonaron el campo de juego por completo.

Influencers: otra oportunidad perdida. Un claro ejemplo de la falta de visión de los operadores es el auge de los influencers. Estas figuras dominan ahora la interacción digital, generando contenido que atrae a millones de usuarios diariamente. Los operadores móviles, con su infraestructura y base de usuarios, podrían haber desarrollado plataformas en colaboración con estos creadores de contenido, posicionándose como actores clave en este mercado.

En Hypermobile, imaginamos un futuro en el que los operadores ofrecieran espacios exclusivos para que los influencers subieran su contenido, compartiendo ingresos y mejorando la lealtad del cliente. Pero esta idea, como muchas otras, fue descartada por una industria incapaz de adaptarse al rápido ritmo del cambio tecnológico.

Una experiencia amarga y una lección aprendida. Personalmente, este capítulo de mi carrera me dejó un sabor amargo. Ver cómo nuestras advertencias y propuestas fueron ignoradas y cómo una industria con tanto potencial quedó paralizada por su falta de visión fue frustrante. Lo que podría haber sido una colaboración multimillonaria se convirtió en una oportunidad perdida, ya que las empresas con una mejor comprensión de las tendencias emergentes tomaron la delantera.

 

Por Ramzy Khalek